Un simple respiro… ¿Qué te hace feliz?
- Carlos A. Zertuche Zuani
- Jul 25, 2015
- 3 min read

Crecer por dentro
“Yo no te educo para que seas feliz, te educo para que seas libre de encontrar tu propia felicidad.” - CAZZ
Dedico este artículo al Ing. Salvador Alva Gómez, por ser una persona que valora el sentido de propósito en el desarrollo personal y profesional.
Recién regreso de vivir una experiencia interesante, me invitaron a dar una charla en la Universidad Tecnológica de Tamaulipas como parte de un taller denominado Manual para la Felicidad. Me asignaron el tema Plan de Vida y Sentido de Propósito. Desarrollar la conferencia me planteó un reto de argumentación conceptual pues se trataba de encontrar un enlace apropiado y coherente entre la planeación de vida-propósito y la felicidad. Me limité a proponer algunas ideas, reflexiones y señales para el camino que ahora te comparto.
La Invitación.
Leo en el New York Times del mes pasado un artículo en donde mencionan que las palabras simplemente, simple, simplicidad, fácil, honesto y claro son los términos predilectos de la mercadotecnia actual. Todos tenemos el deseo de simplificar nuestras vidas, pero no sabemos cómo hacerlo.
Te invito, por lo tanto, a que tomemos un profundo respiro colectivo, hagamos una breve pausa en el quehacer diario y reexaminemos nuestras complicadas existencias. Somos una generación tecno adicta y estresada. Debo aclarar que no tengo nada en contra del avance vertiginoso de la tecnología, simplemente propongo su definición como herramienta y en la importancia de meditar sobre lo que realmente es valioso, lo que somos y aquello que nos hace felices.
Señales al borde del camino.
En esto creo. ¿Qué piensas tú?
La felicidad es un concepto personal; se construye día a día; no es una meta, más bien es parte del camino y una consecuencia de nuestra forma de vivir. Puedes hacer tus propias conjeturas y conclusiones, pero insisto que la felicidad es un valor individual, es transitoria, impredecible y frágil. Más que un estado mental, es un estado emocional; se cultiva, se favorece con la práctica, se multiplica cuando se comparte, y es una cuestión de actitud. En fin, existe y su existencia nos ilumina.
En el Reino de Bután.
Existe un rey en el Himalaya que se llama Jigme Singye Wangchuck que desde principios de los 70s, siendo aún adolescente, dio muestra de una inteligencia notable. Desde entonces ha insistido en que el desarrollo de un país y el del índice de felicidad de sus habitantes debe ser evaluado no sólo por indicadores económicos (producto interno bruto, ingreso per capita, etc.) sino por índices de bienestar personal y social. Un buen gobierno, comentó Wangchuck, depende de un valor denominado Felicidad Interna Bruta (FIB) y los indicadores que la determinan son muy precisos para calificar la felicidad integral de los habitantes.
En un inicio, se le catalogó como chiflado (como generalmente les sucede a los innovadores). El tiempo le ha dado la razón, con el paso de los años muchos de los países desarrollados siguen sus principios y recomendaciones. Cito textualmente sus palabras:
“Trato de ver la vida desde otra perspectiva. No desecho el valor de los bienes materiales, sino de no confundir los medios con el fin y de lograr el bienestar de mi gente y su aspiración a la felicidad.”
¿Qué te hace feliz?
Finalmente querido lector, te invito a que hagamos un ejercicio de introspección dinámica y muy personal. Te pido que elijas de los últimos siete años, siete meses y siete días, siete momentos simples, cotidianos, que en el recorrido de tus tiempos y pasos te hayan brindado la agradable sensación de acariciar el alma.
Me despido. Demos un profundo y simple respiro, la felicidad está dentro de cada uno de nosotros y depende de cada uno encontrarla.
Afectuosamente, su amigo
Carlos A. Zertuche Zuani
carloszz54@hotmail.com
Noviembre 2012
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