Conciencia y libertad, decisiones y destino.

Crecer por dentro

“Yo no te educo para que seas feliz, te educo para que seas libre de encontrar tu propia felicidad.” - CAZZ

Dedico este artículo a mi hija Mariel, ahora que concluye su formación profesional. Con el deseo de que logre el mejor de los futuros posibles. Termina lo bueno, inicia lo mejor.

Decisiones y destino, dos palabras, me envuelven, medito, me detengo. Siempre he creído que las batallas más importantes se libran al interior de la propia conciencia. Un buen inicio sería, reconocernos primero frente a frente, como en un espejo, para después romperlo y así, extender la mirada al horizonte que nos da la vida.

El mundo y tiempo que nos toca vivir influye indudablemente en el destino, pero aún dimensionando la fuerza de las circunstancias, cada día, la vida nos ofrece el extraordinario privilegio, de elegir, de decidir el camino.

La libertad es un valor que se debe conquistar. Frecuentemente luchamos y exigimos el derecho a ella sin prestar a las obligaciones la misma atención. Somos responsables de nuestras acciones y por lo mismo, en la medida de lo posible antes de actuar, deberíamos de pensar y sentir bien.

Independientemente de todo lo dicho en relación al ejercicio de la libertad, debemos aceptar con humildad, que no nos hacemos solos, que en la superación y crecimiento de cada uno de nosotros siempre han existido el apoyo y el acompañamiento de la familia y sociedad en su conjunto. Somos uno porque somos todos. En cada uno de nosotros cabe en sentido figurado la humanidad entera. Cada ser humano es una experiencia dinámica, única e irrepetible, en fin, somos una suma de conciencias y vivencias en permanente evolución.

Te comparto finalmente, algunos conceptos para la reflexión, fueron escritos y publicados en 1917 en la revista Forbes por su fundador; se trata de un ensayo titulado “Las claves del éxito”. Son frases duras, claras, precisas, contundentes. Recurro a ellas, porque independientemente de que el ser humano florece en la interacción social, reflejan la magia y el poder transformador de la libertad individual para definir el destino. La vida tiene sentido, cuando la escribe uno mismo, y trascendencia cuando se comparte y se sirve a los demás. Dicen que cada quien es arquitecto de su propio destino, y creo que a pesar de ser una frase común, su mensaje es profundamente universal.

Decisiones y destino.

• De usted depende su propio éxito.

• De usted depende su propia felicidad.

• Usted tiene que decidir su propio camino.

• Usted tiene que labrarse su propia fortuna.

• Usted tiene que formarse a sí mismo.

• Usted tiene que pensar por sí mismo

• Usted tiene que vivir según su conciencia.

• Su mente es suya, y solo usted puede utilizarla.

• Usted viene al mundo solo.

• Usted se va de este mundo solo.

• Y durante el viaje está solo, con sus propios pensamientos.

• Usted toma sus propias decisiones.

• Usted debe responder por las consecuencias de sus actos.

• Solo usted es capaz de adoptar determinados hábitos y conservar o destruir su salud.

• Solo usted puede asimilar algo mentalmente.

• Usted tiene que asimilar por sí mismo la vida.

• Usted puede aprender de un maestro, pero tiene que embeberse del conocimiento. El maestro no podrá aprender y asimilarlo por usted.

• Solo usted es capaz de controlar su mente.

• Por mucho que se despliegue ante usted la sabiduría de todos los tiempos, si no la estudia no le servirá de nada.

• Solo usted es responsable de mover las piernas, los brazos, las manos y controlar sus propios músculos.

• Usted debe mantenerse en pie, física y metafóricamente.

• Usted debe dar sus propios pasos.

• Sus padres no pueden meterse en su piel ni asumir el control de su vida.

• Usted no puede librar las batallas de sus propios hijos. Ellos deben hacerlo por sí mismos.

• Usted tiene que ser el capitán de su propio destino.

• Usted tiene que ver con sus ojos y escuchar con sus propios oídos.

• Usted tiene que dominar sus facultades.

• Usted tiene que solucionar sus propios problemas.

• Usted tiene que forjar sus propios ideales.

• Usted tiene que crear sus propias ideas.

• Usted debe elegir su propio discurso.

• Usted debe dominar su propia lengua.

• Su auténtica vida son sus pensamientos.

• Sus pensamientos son de su invención.

• Su personalidad es pura artesanía.

• Y solo usted puede elegir los materiales que la definen.

• Solo usted puede rechazar lo que no encaja en ella.

• Usted es el creador de su propia personalidad.

• No existe mano humana capaz de labrar su desgracia, salvo la suya propia.

• No existe hombre alguno que pueda levantarlo y sostenerlo en pie salvo usted mismo.

• Usted es quien tiene que escribir su propia historia.

¿Cuál de todas estas cosas está haciendo usted?

Me despido querido lector con una frase final para la reflexión:

“Cada día levántate con la firme determinación de convertirte en la mejor versión de ti mismo”.

Afectuosamente, su amigo

Carlos A. Zertuche Zuani

carloszz54@hotmail.com

Enero 2015