Salí a caminar.
- Carlos A. Zertuche
- Sep 21, 2015
- 3 min read

Crecer por dentro
“Dentro de 20 años, estarás más decepcionado por lo que no hiciste que por lo que hiciste. Así que explora, sueña y descubre.” - Mark Twain
Dedico éste artículo al grupo de amigos “Los divinos”. Filósofos de la amistad y de la vida.
Contemplación.
Hace algún tiempo escribía sobre la importancia de dedicar unos minutos del día a la “contemplación”, a simplemente descansar la mente, entrar en abstracción total, desconectarnos de las mil y una distracciones cotidianas y conectarnos por un instante con el aliento imperceptible de la vida. Metafóricamente, a éste ejercicio de soltar las naves de la conciencia le llame “Mirar por la ventana”, no hacer nada ni pensar en nada, abandonarnos y fluir. No sé si hayas tenido la oportunidad de hacerlo, pero te sugiero que lo hagas. La contemplación es simplemente una oración con el “yo profundo”, que reconoce el milagro de ser y estar. Si la vida es un instante y un instante es eso, un instante, trata de respirar profundo y saborea una porción de eternidad.
Lectura.
Una actividad relajante, aunque un poco más elaborada, es la lectura como entretenimiento o distracción. Cuando uno lee, nuestra mente se transporta al universo infinito de la imaginación, se rompen las cadenas del tiempo y el espacio y al final queda la sensación, que algo de nuestra vida está en lo escrito y que algo de la temática, la conocíamos ya. Sucede que el autor nos vuelve cómplices de sus historias, entonces, nos percatamos que una mente que se abre y juega con ideas, jamás vuelve a su estado original. ¿Cómo no identificarnos con momentos y personajes, si todos somos parte de la misma novela universal?
Conversación.
En un ambiente confortable y con un interlocutor adecuado, la conversación es un gozo del espíritu, es un ir y venir de olas en el mar, preguntas y respuestas, sonidos y silencios; cuando las ideas se entrelazan y la argumentación avanza, las palabras suelen transformarse en una partitura musical que poco a poco construyen la estructura orquestal. Platicar con uno mismo y los demás, debatir para aprender, aprender para cambiar y cambiar para vivir.
Caminar.
Yo no soy de los que piensan que todo pasado fue mejor, tampoco creo, que sólo lo actual tiene valor. Más bien, mi postura, es una invocación al equilibrio, a tomar de cada etapa lo mejor. Veamos, desde el punto de vista evolutivo de la humanidad, a pesar de todo, en términos de progreso, sigo creyendo que el mundo en que vivimos es un mundo mejor. ¡Pero cuidado! El avance no garantiza siempre un final feliz. Habrá que hacer constantemente la tarea con el ejercicio de la inteligencia y libertad.
Recién se acaba de documentar en forma científica (Gregory Bratman/ Universidad de Stanford), algo que ya intuía, que caminar por la naturaleza o espacios abiertos, tranquilos y arbolados como un parque, tiene un efecto benéfico sobre la salud metal.
Son innegables los beneficios de la vida moderna, relacionados con la tecnología y lo que ésta ofrece en el confort y esperanza de vida, pero aun así, vivir en éste mundo acelerado predispone a la ansiedad y depresión. Nos enteramos de lo que acontece al otro lado del mundo pero no platicamos con nuestros vecinos, chateamos con cientos de desconocidos sin construir relaciones duraderas ni amistades reales. Inmediatez ante todo, gratificación momentánea, se desprecia el gozo del esfuerzo que conduce el deber cumplido a un final feliz. Mucha información sin reflexión, mucho conocimiento sin sabiduría. Multiculturales y no conocemos ni apreciamos la riqueza de nuestro país, somos más habitantes en el mundo pero florece el individualismo y urge el sentido social. En fin, todo el desarrollo de mi escrito nació en un momento de quietud, y quise resaltar la importancia de contemplar, leer, conversar y caminar.
Te invito querido lector a caminar dentro de ti, y después salir a disfrutar el sendero de la vida. Quien quite y nos encontremos, y acompañados, podamos aprender uno del otro unidos en un abrazo fraternal. “Si sale uno a pasear a sus mascotas, ¿por qué no sacar a pasear el alma y el pensamiento?”.
Afectuosamente, su amigo
Carlos A. Zertuche Zuani
carloszz54@hotmail.com
Septiembre 2015
P.D. Si me buscas y no me encuentras, mil disculpas, deja el recado y más tarde me reporto… Salí a caminar.
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